domingo, 14 de abril de 2019

¿Recuerdas cuando fue la última vez?


Solo existen muy pocas formas de vivir mil horas en un segundo.
Y son esos pequeños detalles que nos reconstruyen completamente un día, si lo hemos terminado derrotados.
Nos genera un impulso vibrante fuera de lo común.
No se ustedes, pero no he encontrado cura o medicina que puedan generar el mismo impacto de sanación interna.
Recuerdo la última vez en que mi mamá me sostenía la mano, mientras su alo de vida estaba desvaneciéndose. Fue en ese momento en donde comprendí.
Cuantas cosas he perdido de compartir con ella.
Simplemente por que somos unos idiotas. Nos afanamos demasiado en nuestros intereses personales que nos olvidamos lo realmente importante.
Corremos 24/7 31días en busca de lo nuestro.
¡Lo triste es que ni si quiera nos llena!
Y es que el egoísmo no tiene satisfacción ni fondo. Es un túnel vacío, oscuro y abandonado.
Las personas olvidaran lo que dijiste de ellas, pero jamás como las hiciste sentir.
Mientras leas estas líneas, por favor.
Mira a la persona que tenés al lado y rómpele los huesos con unos abrazos.
Regala lluvias de besos.
Por que a fin de cuentas, son las únicas huellas indelebles que podemos dejar en otras almas.
Ama, confía, grita lo que sientes, no guardes nada para mañana y se feliz cada minuto que te posible mientras vives.
Recuerda que la eternidad solo se encuentra en los pequeños gestos.


Instagram: franco.ortega2

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