domingo, 8 de marzo de 2020

Dia internacional del la mujer



Amaste y perdonaste mil veces. Lloraste y te reconstruiste en un sin fin de número. Trato de comprender en mi finita razón como de tantos desequilibro climático, renaciste más fuerte. A pesar de que el sol se ocultó por muchísimos años dándote uno días terriblemente grises. ¡Pintaste con alegría cuadros de Monet en cada uno de ellos! Mantenés un corazón de un talle lejos de mi medida. Siendo a veces indiferente en lo que pasas, me llamas de repente y me hace tan feliz como a un niño. Escuchar alguien preocuparse por mi siendo consciente que puedo cuidarme solo. Preparar mis desayunos, preocuparte por el almuerzo y cena. Hacerlos con tanto esmero que terminan siendo platos riquísimos. No suelo regalarte flores seguido, debería. Con el simple hecho de darme vida mereces un jardín lleno de colores. Odio los mensajes de textos en la distancia diciendo cuanto te quiero.
¡Te mereces algo mejor! Es decir, uno de esos asaltos al corazón repletos de abrazos y lágrimas dándote la gracias por existir. Nunca voy a dejar de enamorarme de tus detalles haciéndome entender cuanto represento para vos. Nunca voy a olvidar las huellas que dejaste marcada en mi alma, aunque un día dejes de existir y te marchites. Una mujer puede transcender y dejar un hermoso legado en la vida de un hombre. Puede desde los bajos recursos llegar a tener un hijo de gran material humano. Un niño considerado, sencillo, agradecido, y humilde para reconocer sus errores. Con armas fundamentales para defenderse en un mundo perdido en valores. Sólo ella tiene el coraje para decirnos las cosas como son y no como nosotros queremos inventarnos. Sólo ella puede ver puntos en dónde nosotros somos ciegos. Que puedo añadir a mi pequeña tesis sobre una mujer, es compleja e ininteligible tal como una rosa metafóricamente. Llena de sutiles detalles en dónde me quedo perplejo si trato de enumerar cada uno de ellos.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Acumula solo momentos


A veces me gustaría despertar en un mundo de coleccionistas.
No me refiero precisamente a los acumuladores de cosas, sino de momentos.
Aquellas personas que buscan con pequeños detalles hacernos sentir una sensación extraña de que jamás volveremos a sentirnos tan felices.
Una noche soñé con ellos, para mi sorpresa se manifestaban por distintos puntos del mundo. Llegue a ver...
Un vagabundo regalando un chocolate a una niña.
Un niño dando un abrazo a una anciana que llora en el banco de una plaza.
Un señor después de 10 años, regresando a casa con un ramo de flores para sorprender a su esposa.
A alguien adoptando un perrito callejero antes de ser sacrificado.
Una pareja juntos deciden cocinar por las noches para recorrer la ciudad y darles de comer a las personas en situación de calle.
Un hijo visita a su papá después de tantos años para perdonarlo por su abandono.
Un pequeño huérfano abrazando a una madre embarazada y lo que no sabía es que ella estaba a punto de abortar.
Un policía deteniendo todo el tránsito para dar paso a un señor con una pierna y que se ayudaba con un par de muletas.
Un joven con VIH viviendo sus últimos días recorriendo el mundo aconsejando adolescentes, para que sus errores no se repitan en otras vidas.
Una niña con cáncer sonríe a su familia con tanta intensidad, así la extrañen menos cuando ella no esté.
Un adolescente recorriendo su ciudad para bañar a los perritos abandonados. Años más tarde, es reconocido por su ciudad y les regala un albergue para rescatar mascotas.
Sé parte de esos coleccionistas y en cuanto tengas la oportunidad de hacer sentir bien a alguien, no lo dudes.
Nunca sabes con exactitud si un día, por azar de la vida esa persona te rescata de un hoyo sin salida.
Sé luz en medio de este mundo tan violento.
El amor que conservamos no se puede medir, es más se desconoce cuál podría ser su límite.

No limitas hacer el bien, se dé un espíritu completamente libre sin etiquetas en el corazón.

Instagram: franco.ortega2

lunes, 9 de septiembre de 2019

Cordón rojo



En ocasiones, te siento tan cerca mío.
A veces te sueño. 
A veces creo escucharte. 
Tu risa la conozco, como no grabarme ese timbre afinado.
Si te llego a tomar de la mano a lo mejor te acariciaría el alma.. 
No nos hemos presentado de ninguna forma, más nos conocemos de mil vidas anteriores.
La formas más elegante de colisionar algunas almas son en esos roces de miradas.Que por un momento nos transportan a nuevos mundos en dónde no hemos visitado. 
Es paradójico. 
Nos desespera tropezar, y nuestros caminos van tomando direcciones distintas... 
Nuestros párpados no comparten la misma tormenta.Me refiero a esas temporadas en la vida que sólo necesitamos tener, sencillamente con quien llorar nuestras batallas pérdidas. 
Eres quién me enseñaría a ver mejor mis pisadas.
Mis fuerzas,podrían espantar tus fastidiosos fantasmas.   
Nos complementamos. 
Por qué eso es el amor. Dos personas imperfectas que encajan a la perfección.. 
Dos corazones rotos en mil pedazos, sanándose en cada beso sincero. 
Según una leyenda antigua japonés. 
Un hilo rojo metafórico nos une.
Pero somos demasiados tercos enredandonos con nuestras decisiones cargadas de impulso.
Ojalá jamás llegue a romperse,por que quizás no  seríamos los mismos
Parte de llegar a este mundo ah sido aprender a ser feliz.
Si no lo hemos conseguido,entonces fracasamos esa misión encomendada.

Converso solo en sueños contigo, se que en un momento preciso y necesario te voy a encontrar.
Espero, solo no encontrarnos con demasiados nudos.

Instagram: franco.ortega2 

martes, 30 de abril de 2019

¿Quién soy?





¡Se dieron cuenta, ni nosotros lo sabemos con exactitud!
Cuarta parte de nuestras existencias llevamos escapando de este interrogante.
Nos aterra abrir una nueva habitación y en el fondo darnos con una persona desconocida.
Pienso luego exito sabia decir Descartes.
Brian Weiss solia decirnos,somos almas encarnadas desde el inicio de la existencia.
J. Loke determino que somos según la disposición de nuestra mente.
Buda en que somos lo que pensamos.
Galileo Galilei era un pensador demasiado bueno para sus época, entendía que la mayor sabiduría es conocerse a uno mismo.
Jesús nos dijo una parábola sean como niños para encontrar el reino de los cielos.
En otras palabras para hallar esa tan llamada felicidad...
Hagamos un ejercicio, en esta ocasión voy a hacer tu espejo.
Voy a contestar a tus “¿Quién soy?”
De una forma literalmente abstracta...
.Sos quien guarda un secreto catapultado por años en un cofre de diez mil candados.
.Sos quien aprendió un concepto errado del fracaso.
.Sos quien al final del día solo quieres recibir un buen beso de buenas noches.
.Sos quien al mirar las estrellas, darías lo que fuera por estar sentado en una de ellas.
.Sos quien corre a diario y no se detiene por un segundo a estar consigo misma.
.Sos quien le aburre los mensajes de textos.
.Sos quien ama solo una cosa hacer con demencia, pero no lo hace por que vivimos en un sistema que mata los sueños.
.Sos la mas perfecta imperfección, inclusive los diamantes no son de medidas perfectas.
¡Pero como valen verdad!
Podría estar desde mi humana esencia dando muchas respuestas…
Pero las necesitas encontrar, abriendo la habitación que solo cuando eras niño la conocías.
¡Todavía me acuerdo de ella, era un super héroe!
Solía dibujar mis sueños…
Me acuerdo de canciones inventadas a las 4 de la madrugada.
Mi imaginación era suficiente para inventarme personajes con una taza y un lápiz darle diferentes matices de voces.
Y ni hablar de las veces que prefería no comer por seguir jugando con mis crayones... 
Soy un niño feliz porque conozco esa habitación, entro en ella varias veces…
¿Y vos? ¿Estás dispuesto a ser un adulto sin saber quién sos?
¿En serio?
Entonces demuéstramelo.
Responde: ¿Quién soy?

Instagram: franco.ortega2

sábado, 20 de abril de 2019

Tribu



Me resulta difícil llegar a definir con exactitud el significado de una familia.
Creo en mi sano juicio, por no haberla tenido desde un principio completa puedo llegar a una profunda reflexión sobre ella.
He visto demasiado para entender de que una familia no necesariamente es de sangre. Si no la tribu que vas formando mientras caminamos este  largo cortometraje.
Es bonito amanecer desayunando con las personas que son tu hogar. En donde seguramente vas a acudir cuando la tormenta  desmorone tus sueños y nada salga bien.
Nada parecido como abrazar cerrando los ojos del corazón.
Confiando…
Perdonando…
Dando alas al más pequeño…
Acaso hay algo más indeleble como un beso de buenas noches, siendo una entrañable forma de decirte “mañana te seguiré queriendo”.
Y ni hablar de la comida hechas con trozos de amor, si esa que muchas veces te sirvieron y la dejaste enfriar.
Vamos seamos realistas, no sabemos valorar muchos detalles, fechas y cierres de año.
Nos tomamos demasiado tiempo en nosotros, dejando pasar los recuerdos.
Es muy cierto algo , ese film lo vas a ver tan solo 5 segundos antes de que tu mente se termine en desvanecer en aquel último destello. No vayas tan de prisa buscando un hogar si en el proceso perdiste a tu familia.
Para aprender el valor de las cosas,necesitamos perderlas y es estúpido de nuestra parte siendo una generación más consciente.
¡Al final del día es lo que tenemos!
Es decir, esa gente  esperandote con una riquísima comida si tuviste un mal día.
Hablo en nombre de los que perdonan tus estúpidos egoísmo y rompe tus ruinas  en un  violento abrazo.
De esos que  no esconden sus rostros si te equivocaste. Al contrario te ofrecen unas sabanas para tapar esa vergüenza tuya por pisar en arena movedizas...

Postada: Sin importar la distancia, extraño sentirme en familia. Pero no tengo esa misma suerte de muchos corredores...
Sos afortunado, pero alguien debe decírtelo para entrar en otros mundos de continuos inviernos.

Instagram: franco.ortega2


martes, 16 de abril de 2019

Mi otra mitad




En una tarde cuando baje la guardia de mis pensamientos, escuche algo llorando con un sonido demasiado fino para ser una persona.
Fue allí donde me empecé a cuestionar de que quizás era mi alma, y a lo mejor sabe de qué mi dirección no me lleva a seguir evolucionando como humano.
Las almas son vibraciones, algunas son fuertes otras débiles.
Algunas son nuestros maestros.
Es la esencia misma de nosotros regalándonos individualidad.
Pero a lo mejor, para pasar a otro nivel de conciencia no lo podemos hacer solos necesitamos quizás esa otra parte.
Una leyenda asiática habla de ella de una forma peculiar, según nosotros éramos en un principio un alma. El cuál se quebró y se buscan a través del tiempo para volver a unirse.
Que bonita forma de describir de que no estamos solo en esta travesía hacia la felicidad, sabiduría y amor en plenitud.
Se dice que cuando nos reencontramos con ella, no es precisamente un salto del corazón lo que nos va a llamar la atención. Todo, al contrario, una sensación de paz y quietud.
Tengo la certeza de que en algún rincón dentro de este mundo violento está ella  esperándome.
Espero no encontrarla llorando ni rota en mil pedazos. Pero si en ese caso fuera así, nada me detendría para empezar a pegar trozos de ella hasta reconstruirla.
Eso hace el amor, reconstruye los restos miserable de alguien.
En una perla de persona.
De esas que cuestan demasiado encontrar en estos baches de egoísmo.
No estamos solos en esta guerra existencial, tenemos unos brazos que se convertirán en hogar.
Unos labios donde será nuestro lugar favorito para perderse del mundo por un instante.
Unos ojos estrellados por el brillo de admiración.
Debemos ser fuerte y seguir bailando bajo la lluvia hasta que nos venga a salvar.
Su cálida presencia.

Instagram: franco.ortega2


domingo, 14 de abril de 2019

¿Recuerdas cuando fue la última vez?


Solo existen muy pocas formas de vivir mil horas en un segundo.
Y son esos pequeños detalles que nos reconstruyen completamente un día, si lo hemos terminado derrotados.
Nos genera un impulso vibrante fuera de lo común.
No se ustedes, pero no he encontrado cura o medicina que puedan generar el mismo impacto de sanación interna.
Recuerdo la última vez en que mi mamá me sostenía la mano, mientras su alo de vida estaba desvaneciéndose. Fue en ese momento en donde comprendí.
Cuantas cosas he perdido de compartir con ella.
Simplemente por que somos unos idiotas. Nos afanamos demasiado en nuestros intereses personales que nos olvidamos lo realmente importante.
Corremos 24/7 31días en busca de lo nuestro.
¡Lo triste es que ni si quiera nos llena!
Y es que el egoísmo no tiene satisfacción ni fondo. Es un túnel vacío, oscuro y abandonado.
Las personas olvidaran lo que dijiste de ellas, pero jamás como las hiciste sentir.
Mientras leas estas líneas, por favor.
Mira a la persona que tenés al lado y rómpele los huesos con unos abrazos.
Regala lluvias de besos.
Por que a fin de cuentas, son las únicas huellas indelebles que podemos dejar en otras almas.
Ama, confía, grita lo que sientes, no guardes nada para mañana y se feliz cada minuto que te posible mientras vives.
Recuerda que la eternidad solo se encuentra en los pequeños gestos.


Instagram: franco.ortega2